
Existen varios centros de investigación en el mundo que llevan el nombre de Paul Erdös (que se pronuncia erdish) e instituciones que llevan su nombre entre el de sus fundadores. Se pueden contar por centenas los matemáticos que se consideran discípulos suyos. Sin embargo, Paul Erdös no fue nunca miembro de ninguna institución académica, jamás dirigió oficialmente una tesis, ni ocupó ningún cargo en ningún tipo de asociación matemática. Esto nos lleva a considerar a Erdös como a un auténtico fenómeno dentro del mundo de las Matemáticas y a concluir, sin ningún tipo de dudas, que la enorme influencia que ejerció en las Matemáticas del siglo XX fue debida al extraordinario contenido de su obra matemática.
Los números
A pesar de su mente abierta y ciertamente renacentista, la mayoría del trabajo matemático de Erdös se centró en la Teoría de Números. “Aunque el Universo no existiera, existirían los números”, decía. De sus primeras 64 publicaciones, 61 versaban sobre Teoría de úmeros. En este terreno abordó cuestiones fundamentales y difíciles a las que él aplicaba demostraciones elegantes.
A los 26 años su producción matemática ya superaba a la media de toda una vida. Es importante recalcar la gran importancia que daba a los trabajos hechos en colaboración con otros matemáticos y una buena prueba de ello es que de de sus 1.500 artículos, cerca de 500 fueron realizados en colaboración con otros matemáticos. Siempre defendió fervientemente las demostraciones elementales como la meta de belleza a la que todo matemático debería aspirar.
Paul Erdös falleció el 20 de septiembre de 1996, en el transcurso de una conferencia que impartía en Varsovia. Tenía ochenta y tres años y el en el momento de su muerte portaba la documentación que le acreditaba para su siguiente conferencia en Lituania. Así pues, murió como había vivido siempre, yendo de un lado para otro.
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